La historia cuenta cómo un papá le deja una carta a su hija pidiéndole disculpas por no enseñarle que las tareas del hogar se deberían compartir. La idea es mostrar que no es obligación que el trabajo de una mamá sea cocinar, cuidar a los niños y limpiar mientras que el hombre de la casa espera que lo atiendan.
En el video de dos minutos de una conocida marca de detergente, un abuelo está jugando con su nieto cuando, de pronto, su hija vuelve del trabajo e inmediatamente se lanza a hacer las tareas del hogar. Su yerno, por su parte, se mantiene en el sofá bebiendo té.
El abuelo le escribe una carta a su hija que lee en su mente:
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