miércoles, 17 de febrero de 2016

AMA AL LA MUJER Y NO LA MALTRATES. MUCHOS CREEN QUE LE HACEN UN FAVOR AL OTRO AL MATARLA.



UNA HISTORIA TRÁGICA DE UNA PAREJA QUE SE AMABAN.
«PARA HACERLE UN FAVOR»
Por el Hermano Pablo.
Las discusiones eran continuas. Cada vez que se veían, tras unos momentos de charla cariñosa, comenzaban las desavenencias. Se amaban, pero al tocar cierto punto, ahí comenzaba la tormenta.

Un día, el joven, Ricardo Lallis, de veintiséis años de edad, no aguantó más, y en un rapto de locura mató a su novia Andrea Young. Cuando a los tres días fue detenido, Ricardo les dijo a los detectives: «La maté para hacerle un favor. La amaba, pero era la única manera de librarla del infierno de la cocaína.»

Ricardo les relató a los detectives que durante muchos meses había estado tratando de convencerla, con toda clase de argumentos, de que dejara el vicio. La joven le hacía promesas de enmienda y, por momentos, parecía estar libre, pero luego volvía a caer.

Para Ricardo cada caída era un nuevo golpe, una nueva desilusión, un nuevo dolor. Fue así como un día se le metió en la cabeza esa idea atroz de eliminarla de su adicción. Se convenció de que la muerte era la única solución para Andrea. Lo demás es historia. Pero, ¿solucionó algo Ricardo con quitarle la vida a su novia? Al contrario. La perdió a ella, y perdió su propia libertad.

Matar a una persona no es nunca la solución. Es la derrota más grande de la vida. Es cortar por la mitad una vida que, de esperar con paciencia, pudiera haber sido brillante y victoriosa. Aparte del daño irreparable que causa la muerte prematura, está el daño y el dolor que se les causa a los que están cerca, ya sean parientes o amigos íntimos.

Y hay otro factor. Toda persona, al partir de esta vida, se enfrenta al instante con Dios, el Juez Supremo. Y el que parte a la eternidad sin Cristo no está aún preparado para ese encuentro eterno.

La buena noticia es que hay una solución para el problema de la drogadicción así como para todo problema de esta vida. Esa solución es Cristo. Él tiene el poder para librar a cualquier persona de cualquier vicio, y no sólo de cualquier vicio sino de sus depresiones, sus congojas, sus tristezas y sus fracasos.

Es posible librarnos de toda especie de mal, porque hay poder en Jesucristo. Si nos sometemos al Todopoderoso Salvador, esa entrega nos librará de las garras del diablo. Ninguno de nosotros tiene que ser esclavo del pecado. Cristo ya compró nuestra salvación. Aceptémosla hoy mismo.



lunes, 8 de febrero de 2016

AMA A LA MUJER CON TODO EL CORAZÓN Y NO CON LA TRAICIÓN. NO LA MALTRATES POR FAVOR. AMA IGUALMENTE A DIOS CON TODO TU CORAZÓN Y NO CON LA TRAICIÓN.

«AL DUEÑO DE VARIOS AMORES»
por Carlos Rey

Ya que tienes otra dama,
dime cuál será mi estrella:
si tú te quedas conmigo,
o te quedas tú con ella.
Háblame con claridad,
como si hablaras con Dios:
¿A cuál será de las dos
que le das seguridad?
Si es a mí, no hay novedad;
pero si tu amor se inflama,
y en resumen se proclama
por aquella, y no por mí,
no puedo seguir así,
ya que tienes otra dama.
Yo quisiera que tu amor
para mí solita fuera,
sin que otra se metiera
a gozar de ese primor.
Yo no quiero más dolor
por causa de otra aquella.
Y al ponerte mi querella,
como juez de tu conciencia,
para saber tu sentencia:
Dime cuál será mi estrella.
¿Cuál será la suerte mía?
¿A dónde iré a parar?
Eso quiero averiguar
antes de que llegue el día
de verme en más agonía.
Y como penando sigo,
por último así te digo
que te ofrezco mi amistad
para siempre, y de verdad,
si tú te quedas conmigo.
Si eres hombre de verdad,
no temas en declarar
con quién te vas a quedar
con toda puntualidad.
En esta conformidad
concluyo así mi querella,
que quiero saber mi estrella.
Pues con franqueza te digo:
que o te quedas tú conmigo,
o te quedas tú con ella.1
En estas décimas dedicadas «Al dueño de varios amores», Juan Antonio Alix, considerado el mejor representante de la décima dominicana, representa fielmente así mismo a la mujer dominicana que, a su vez, representa la causa de la mujer panamericana. Al igual que luchó como soldado en pro de la independencia dominicana, Alix aquí lucha como poeta en pro de la emancipación femenina.
Poniéndose en el lugar de la mujer traicionada, Alix apela a la hombría del género masculino, exhortando al hombre infiel a que se decida por una sola mujer. «Si eres hombre de verdad —le dice—, no temas en declarar con quién te vas a quedar.»
En el libro del profeta Oseas, Dios se encuentra en la misma situación insoportable que la mujer de estas décimas de Alix. «Ya no hay entre mi pueblo fidelidad ni amor»,2 juzga el Señor de Israel. Así que, para enseñarle una lección a ese pueblo infiel, Dios le manda a Oseas que se case con una prostituta, sabiendo de antemano que ella lo va a traicionar. Luego de que la esposa le es infiel, Dios le dice al pobre profeta: «Ve y ama a esa mujer adúltera, que es amante de otro. Ámala como ama el Señor a los israelitas, aunque se hayan vuelto a dioses ajenos».3
A la postre, el amoroso Dios de Israel está dispuesto a perdonar a su pueblo después de pedirle cuentas de su conducta. De ahí que Oseas exhorte a Israel a que se vuelva al Señor su Dios con este ruego: «Perdónanos nuestra perversidad, y recíbenos con benevolencia».4
Así como el pueblo de Israel, todos los que hayamos tratado con doblez a Dios debemos ahora volvernos a Él y pedirle perdón, con la confianza de que nos perdonará igualmente a nosotros. Pues así como la mujer en las décimas de Alix, Dios, como juez de nuestra conciencia, merece saber nuestra sentencia. Hablémosle con claridad. Digámosle que nos quedamos con Él y no con los dioses ajenos de este mundo.

1Juan Antonio Alix, «Al dueño de varios amores», en Poesía y Teatro, Colección Pensamiento Dominicano, Vol. I (Santo Domingo: Banco de Reservas, 2008), pp. 328-29 <http://www.banreservas.com.do/Biblioteca%20Virtual/Pensamiento%20Dominicano/Volumen%20I%20-%20Poes%C3%ADa%20y%20Teatro.pdf > En línea 15 septiembre 2015.
2Os 4:1
3Os 3:1
4Os 14:2

sábado, 6 de febrero de 2016

AMA A LA MUJER Y NO LA MALTRATES.

«CASTIGUÉ Y GOLPEÉ CRUELMENTE A MI HIJA»
Por Carlos Rey.
«¡Hoy me siento muy mal, pésimamente mal! Soy madre de dos niños, una de diez años y otro de dos y medio. Castigué y golpeé cruelmente a mi hija, y no quiero volver a hacerlo. Fue [porque me mintió acerca de] una tarea de la escuela.
»¿Cómo no enfurecerme? Le iba a dar dos correazos, pero ella corrió por toda la casa gritando y, a lo que la iba a castigar, me quitó la correa. Entonces me enloquecí y saqué el cable del DVD. La verdad, le di muy fuerte....
»Hoy me enteré por mi mamá que mi hija tiene marcado su cuerpo. Les juro que estoy tan arrepentida porque jamás quise hacerle daño, y menos de esa manera.... ¡Me siento tan mal! No sé qué hacer.»
Este es el consejo que le dio mi esposa:
«Estimada amiga:
»Lo primero que debe hacer es pedirle perdón a su hija. Explíquele que lamenta mucho el haberla castigado de ese modo. Es cierto que ella necesitaba un castigo, pero usted no lo hizo como era debido. Si usted no le pide perdón, no merecerá el respeto que espera que ella le muestre.
»La disciplina nunca debe depender de cuál es la persona más fuerte o la que puede dominar a la otra físicamente, y sin embargo esa es la impresión que usted le dio a su hija. En vez de motivarla a enmendar su conducta, usted la motivó a defenderse a como diera lugar.... Para más información acerca de la disciplina corporal, le recomendamos que lea el Caso 87 [en nuestro sitio www.conciencia.net] y que trate de poner en práctica esos principios.
»La disciplina eficaz nunca se aplica en términos generales. Se aplica de manera específica al comportamiento que debe corregirse. Así que, cuando el comportamiento tiene que ver con las tareas, la disciplina tiene que aplicarse a las tareas.... Hable en seguida con la maestra a fin de poner en marcha un sistema diario o semanal de notas, mensajes electrónicos o llamadas telefónicas para hacerle rendir cuentas a su hija. Casi todos los maestros están dispuestos a colaborar con los padres de sus alumnos a fin de que éstos sean más responsables en sus estudios. Su hija pensará que esa comunicación constante con su maestra es una forma de disciplina.... Además de procurar que su hija se haga más responsable, a usted le conviene hacer una lista de las consecuencias que ella tendrá que afrontar cada vez que no termine de hacer tareas o mienta al respecto. Puede, por ejemplo, quitarle tiempo frente a las pantallas del televisor y de la computadora, como también tiempo en compañía de sus amigos.
»Cuando se dé cuenta de que está enojándose con su hija, salga del lugar en que se encuentra. La disciplina jamás debe administrarse estando enojado. Espere a que esté calmada antes de afrontar cualquier conflicto. Nunca haga amenazas ni dé a conocer consecuencias a no ser que esté calmada y con pleno dominio de sus emociones. Y de ser posible, busque ayuda de parte de un consejero profesional o asista a clases que le enseñen a dominar su enojo sin recurrir a la violencia.»