viernes, 23 de enero de 2015

AMA A LA MUJER Y NO LA MALTRATES.EL R .C .V .A.( RECALENTAMIENTO, CONTINUO, VENOSO, ARTERIAL) - VS- EL EVANGELIO DE JESUCRISTO( PODER Y VERDAD DE DIOS PARA SALVACIÓN)

R.C.V.A.- VS- EL EVANGELIO DE CRISTO.
Por el Hermano Pablo.

Llovía a torrentes. La ciudad de Las Vegas, Nevada, en Estados Unidos, ciudad a la que por su vida nocturna la llaman «sin noche», se veía turbia y deslucida. Hacía un frío invernal, y el agua helada corría desenfrenada.
En uno de esos torrentes cayó con su auto Murray Brown, joven de veintiséis años de edad. Lo sacaron semiahogado, casi sin pulso, casi sin presión arterial, y con una temperatura de apenas veintisiete grados centígrados. El joven se moría de hipotermia.
El doctor Larry Gentilello le colocó una máquina de su invención llamada R.C.V.A., que significa «Recalentamiento Continuo Venoso Arterial». Con ese aparato le recalentó la sangre, y el joven quedó fuera de peligro.
El aparato consiste de una tubería de aluminio sumergida en agua caliente. Se hace pasar la sangre de la víctima por la tubería, y poco a poco se va calentando hasta recuperar su temperatura normal. Una vez que la sangre llega a la debida temperatura, el enfermo se recupera de una manera asombrosa.
Como si esa hipotermia no bastara, hay en la actualidad otra hipotermia que, como enfermedad crónica, ha invadido todas las esferas sociales de nuestro mundo. Es la hipotermia matrimonial, que ocurre cuando el amor, el cariño y la atención personal se han enfriado en un matrimonio.
¿Habrá alguna máquina parecida a la invención del doctor Larry Gentilello que pueda aplicarse a los matrimonios? Son prácticamente incontables los matrimonios cuyo amor se ha enfriado, casi al punto de congelación. Necesitamos una máquina descongeladora que caliente de nuevo la sangre, el cuerpo y el alma, y que resucite esos matrimonios.
La buena noticia es que esa máquina ya se ha inventado. Muchos la hemos visto funcionar infinidad de veces, arreglando parejas, recomponiendo hogares, pacificando matrimonios. Se llama «el Evangelio de Cristo», y es el sistema divino que pone calor donde antes había hielo, vitaliza todas las funciones del alma, reanima el amor muerto y devuelve la vida y la felicidad a cuantos los quieren.
Ese bendito Evangelio sana las enfermedades del alma. Ya lleva dos mil años de estar reconciliando al hombre con Dios, y por consiguiente, con su cónyuge, sus hijos y sus semejantes.

¿Está nuestro matrimonio en proceso de congelación? Cristo puede devolvernos ese maravilloso calor de la vida sana y buena. Lo único que tenemos que hacer es someternos a su señorío. La unión con Cristo produce la unión matrimonial. Sólo hace falta que le demos la oportunidad de recalentar nuestro matrimonio, y lo hará.

viernes, 16 de enero de 2015

AMA A LA MUJER Y NO LA MALTRATES.


Seguro que Giancarlo Murisciano no esperaba tener tanta repercusión cuando, de forma espontánea, compartió esta emotiva fotografía con su abuela el día 31 de Diciembre para despedir el año. Acompañada con un precioso texto que podéis leer a continuación, la publicación se tornó viral instantáneamente, llegando a millones de personas que a duras penas pudieron contener la emoción al ver este crudo pero sincero canto a la vida.
"Tal vez no ha sido el mejor 31 de diciembre de mi vida, pero esto también forma parte de ella. Una vez tú me tuviste sobre tus piernas y ahora lo hago yo, abuelita, sin vergüenza ni miedo, para recordar a todos que la vida debe ser vivida y combatida. En la vida se debe estar presente siempre y en cualquier circunstancia... este es mi deseo para el 2015: la presencia de alguien al lado que te pueda proteger y confortar, pero también estar feliz y sonriente con nosotros..." CLICK PARA VER
 
"Corona de los ancianos son los nietos, Y la gloria de los hijos son sus padres." Proverbios 17:6
"En los ancianos está la ciencia,
Y en la larga edad la inteligencia." Job 12:12
 

jueves, 15 de enero de 2015

NI CON EL PÉTALO DE UNA ROSA..........ELLAS SON UN TESORO.

Así es cómo los niños reaccionan cuando se ven enfrentados a la violencia contra las mujeres.
Aparte de ser un video realmente encantador, entrega un mensaje potente sobre el maltrato a mujeres.

Así deberíamos reaccionar todos.

¿ ES ACASO NECESARIO SUFRIR UN ACCIDENTE MORTAL PARA EMPEZAR A TRATAR BIEN A NUESTRA ESPOSA Y A NUESTROS HIJOS?.

ATRAVESADO POR SIETE VARILLAS DE HIERRO
por el Hermano Pablo

John White, obrero de construcción, de veinticinco años de edad, cayó de un andamio en su trabajo en Charleston, Carolina del Norte, Estados Unidos. La caída en sí, de más de quince metros, era suficiente para que muriera, pero lo que empeoró la situación fue que cayó sobre varillas de hierro que estaban de punta. Un cuñado suyo, trabajando a su lado, lo vio caer y sólo tuvo tiempo de clamar: «¡Dios mío, no lo dejes morir!»
Siete varillas le atravesaron el cuerpo. Dos de ellas debieran haber sido mortales. Una le entró por la clavícula, rozando el corazón. Otra le entró por la ingle, rozando la arteria femoral. Las otras cinco ofrecían menos peligro, pero hubo que cortarlas todas con acetileno para librar a John y llevarlo al hospital. Tras cuatro horas de cirugía quedó fuera de peligro.
Como tantas historias de accidentes, ésta también tenía sus antecedentes sombríos. John White estaba enemistado con Virginia, su esposa. Había amenazas de divorcio. Sus dos hijos, Miguelito de siete, y Rut de tres, tenían que aguantar la constante lucha de sus padres. Miguelito ya estaba diciendo que no quería seguir viviendo. Tras esta horrible situación hogareña se produjo el accidente.
No se sabe si fue el clamor del cuñado: «¡Dios mío, no lo dejes morir!», o el trauma mismo del accidente, pero algo bueno comenzó a ocurrir. Al ver Virginia la condición de John, no cesaba de estar a su lado. Y al ver John la atención de Virginia, no podía menos que derretírsele el corazón. Como quiera, John se reconcilió con su esposa y se unió otra vez a la familia.
Dos años después John consiguió un buen empleo, Virginia volvió a quedar embarazada, y su hogar se había convertido en todo un remanso de paz.
¿Tuvo este hombre que ser atravesado por siete varillas de hierro para recomponer su vida? La respuesta es clara. Uno no tiene que ser traspasado de problemas para poder recapacitar y enmendar sentimientos y caminos. En cualquier momento, en plena paz, el hombre puede reconocer que no está andando bien, y volver sobre sus pasos.
Tal vez necesitemos hacer un examen de conciencia. ¿Estamos peleando con nuestra esposa? ¿Nos extrañan nuestros hijos? ¿O representamos más bien al hijo que ha abandonado el hogar? ¿Acaso habremos hecho algo en contra de la justicia? No esperemos a que ocurra un accidente. Quizá no salgamos con vida. Busquemos hoy mismo a Jesucristo. Él vendrá en nuestro auxilio. Él quiere darnos su paz.

sábado, 3 de enero de 2015

EL ABUSO ES UNA FORMA DE CRUELDAD.

«TRES HIJOS QUE... PRESENTAN SEÑALES DE ABUSO»
Por Carlos Rey.


«Estoy con un hombre [que] me lleva trece años.... Tenemos tres hijos que ahora presentan señales de abuso, ya que él es una persona muy agresiva.... [A mí también] me ha pegado.... No se quiere casar conmigo... y no debiéramos estar juntos; pero me duele dejarlo, y no sé qué hacer.
»¡Me siento desesperada!... Toda la gente que nos conoce me dice que lo deje.... Quiero su consejo, por favor.»
Este es el consejo que le dimos:
«Estimada amiga:
»¿Sabía usted que miles de mujeres se encuentran en una situación idéntica a la suya? A todas ustedes les decimos: Es peligroso quedarse con un hombre que les pega. Tal vez usted esté dispuesta a arriesgar su propia vida, pero ¿de veras está dispuesta a arriesgar la vida de sus hijos? Es más probable que los niños que se crían en un hogar donde hay violencia física se conviertan en agresores ellos mismos, o que se casen con agresores. También es más probable que cometan actos delictivos, y la mayoría de ellos tendrán problemas emocionales que los afectarán incluso en su edad adulta. ¿Es eso lo que usted desea para sus hijos?
»El abuso físico por parte de la pareja es tan común que pudiera parecer normal, sobre todo a quienes viven en un hogar en el que hay tal violencia. Sin embargo, no es normal. No es algo a lo que debe usted acostumbrarse o debe soportar. Los hombres que les pegan a su esposa y a sus hijos casi nunca dejan de hacerlo a no ser que participen en un extenso programa diseñado especialmente para rehabilitarlos.... [Pero] la mayoría de ellos no aceptan pedir ayuda si su mujer mantiene ocultos los moretones en el cuerpo debido a la vergüenza que siente....
»Le animamos a que busque hoy mismo un lugar seguro donde usted y sus hijos estén a salvo. Válgase de cualquier protección legal que las leyes de su país le ofrezcan, y pida la ayuda económica que les corresponde a sus hijos de parte del papá de ellos.
»Hay algunos hombres (y algunas mujeres) que no se vuelven agresores sino hasta después de muchos años, pero la gran mayoría de agresores muestran evidencias de ese tipo de conducta dominante en su adolescencia o antes de cumplir los treinta años. Tal vez se manifieste en berrinches, falta de dominio propio e intimidación física. Esas son señales de peligro. Para quienes estén considerando cultivar una relación con tal persona, ¡aléjense a toda prisa de él o de ella como posible cónyuge, o siquiera para hacerse novios! No justifiquen esa conducta ni le crean cuando diga que nunca más volverá a hacerlo. Y si hay de por medio el consumo de drogas o de alcohol, la situación es aún más peligrosa.
»Su Padre celestial los ama mucho a usted y a sus hijos. Si confía en Él y le pide su dirección, Él le ayudará a hacer lo que más les conviene a todos. Pero no tarde en hacerlo, ya que es posible que su vida y la de sus hijos dependan de que lo haga.
»Le deseamos lo mejor,
»Linda y Carlos Rey